Mallorca es el lugar donde nací, donde respira mi infancia, donde vive mi madre, y donde voy siempre que necesito tomar tierra, descansar, y disfrutar del Mediterráneo. Es donde más me gusta pasar los veranos.
Nuestros veranos en Mallorca son tranquilos, dulces, llenos de atardeceres y de noches estrelladas... son veranos de agua, de arena, de siesta, de pinos y de pamb´oli.
El verano en el que tú viniste no fue distinto, y fue muy muy feliz. Yo no sabía que acababa de quedarme embarazada (de hecho todavía no sé si fue allí mismo donde ocurrió), pero no hacía más que comentar: "¡qué barriguita que tengo éste verano, qué raro!"
Tuvimos visitas memorables, nuestra queridas Gema y Emma y mi hermanita del alma y tu madrina, Khaoula. Lo pasamos en grande. Grandes y abundantes desayunos, comidas deliciosas, baños en las calas más azules y tranparentes... fueron días de celebración, de compartir, de jugar.
Y la magia se sentía en el aire. Constantemente. Aparecían libélulas en todos lados, y yo decía: "Hay magia en el aire, las libélulas nos quieren decir algo"... y no se me ocurría que tú ya estabas allí, como una semillita en mi vientre... no descifraba todavía el rumor de las libélulas...
lunes, 29 de marzo de 2010
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2 comentarios:
Pero gran ser de pequeña forma... disfrutamos de la Isla y de las Olas...
Nos hiciste ser más niños aún .... Gracias
¡A ver si repetimos este año! ;-P
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