Una de las sensaciones más increíbles que he sentido con Nur hasta ahora ha sido bailando. ¡Le encanta que bailemos juntas!
Además, y no sé si es por su nombre, que viene de oriente, le encanta la música árabe, los ritmos de la darbuka y del laúd...
Cuando bailamos juntas, ¡siento que este ser ha venido a desterrar de mi vida cualquier cosa que no sea gozo y disfrute!
domingo, 9 de mayo de 2010
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