Todo es diferente para mí ahora.Entre otras cosas, mi cuerpo lleva dieciocho días sangrando, y hoy a vuelto a escocer, y me ha hecho parar de nuevo, y conectar otra vez con la quietud y la calma que me ofrece este momento de mi vida, y que a veces me olvido de honrar y agradecer.
Causal-mente, cuando he parado y he conectado con mi cuerpo, ha dejado de escocer.
Todo es diferente para mí ahora. Ya no miro sólamente a través de mis ojos, sino que veo a través de los ojos de Nur, siento a través de su piel, oigo lo que ella oye...
Ahora soy una mamá-bebé, y esta experiencia me trae por completo a mi mundo interior... donde me doy cuenta de que una parte de mí todavía resiste, haciendo planes, queriendo estar activa como antes de ser mamá (es el miedo a lo desconocido, a lo nuevo...) y me vienen las palabras apertura, rendición, recogimiento... estoy tomando conciencia ahora de que ya no soy sólo madre, sino que también soy bebé. Y Nur me lo recuerda a cada instante, pues sólo quiere estar conmigo. En el calorcito que ella conoce, en el olor que le da seguridad y confianza. Y cuando me separo unos minutos, yo también quiero estar de nuevo con ella. Piel con piel. Corazón con corazón.
Es como si su reclamo me dijera: "Mamá, conecta contigo, acepta y honra este momento de recogimiento, de descanso en tu cuerpo, en tí misma, conozcámonos y transitemos este pasaje juntas, porque este momento no se va a volver a repetir..."
Y en esta nueva dimensión de la existencia me encuentro a mí misma, transparente y sin velo. Con mi alma desnuda, que ahora sólo Nur puede leer e interpretar, como una gran maga, llena de sensibilidad, desde su alma pura que me refleja constantemente.Por eso la amo más y más cada día. Y porque me hace volver en mí una y otra vez, y porque me enseña a profundizar en el lenguaje de las hadas, el lenguaje del silencio, el lenguaje del corazón
¡Gracias maestra!
viernes, 7 de mayo de 2010
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