La decisión de dedicar mi tiempo a la familia, ha sido una de las más
importantes que he tomado en mi vida. Nur no va a la guardería. Por las
mañanas está con Alex y conmigo, salvo martes y jueves que voy a kung fu.
Todos los días, a partir de la una y media, nos quedamos solas hasta
que viene Alex, cuando Nur ya duerme. Los viernes por la mañana Alex
hace tiro con arco, así que los viernes estamos todo el día solas ella y
yo.
Mis amigos no tienen hijos y están recorriendo otros
caminos, y mi suegra, que es escritora, viaja mucho, y al ser autónoma,
trabaja mucho también. Nur suele quedarse con ella 3 horas a la semana,
más o menos. Mis padres viven fuera.
Así que he tenido que aprender a ser mamá full time, y a disfrutar de ello (lo cual no quiere decir que no haya días difíciles y que a veces "me canse" de mi hija, claro)
Pero en esto he encontrado un camino, voy vislumbrando una forma nueva de estar en el mundo...
poco a poco voy conociendo una nueva forma de mirar y de actuar, es
algo misterioso y divertido a lo que me dejo llevar por el tipo de
crianza que supone el estar totalmente presente y disponible cuando
estoy con mi hija, o sea, prácticamente todo el día.
El martes estuvimos las dos en la primera "Tarde de juegos" organizada por la Asociación Nidia,
un proyecto pedagógico en Madrid que está sacando adelante un grupo de
madres muy implicadas en la crianza de sus hijos y que, como yo, no
simpatizan mucho con las guarderías y la pedagogía directiva. Ellas se
han organizado para poder trabajar y que sus hijos pasen las mañanas en
un ambiente no directivo, acompañados por un educador que han contratado
(y al que ellas mismas están formando) y algún padre o madre que se
queda en el centro con los niños. Por el momento son 4 niños, tienen
intención de llegar hasta 10.
Por las tardes están empezando a organizar charlas, y cada martes habrá grupos de juegos para niños de 2 a 6 años... y aunque todavía le quedan 5 meses para los 2 años, pienso acercarme por allí más de un martes con Nur.
El otro día fue muy bonito, conocí a otras madres que están con sus hijos todo el día. Me sentí menos rara.
Algunas de ellas han renunciado a su trabajo y a su sueldo para
acompañar a sus hijos en los primeros años. Otras tiene trabajos y
parejas con los que se pueden compatibilizar con la crianza en casa.
Había un ambiente muy lindo en el lugar. Nadie les decía a los niños lo
que tenían que hacer, nadie les decía "muy bien" o "muy mal", y sin
embargo había una armonía y una energía amorosa y respetuosa que
envolvía todo el espacio. No hubo rabietas ni llantos, los niños
corrían, saltaban, pintaban, comían, tocaban instrumentos, colocaban y
descolocaban, arrastraban...
En este "ambiente preparado",
Nur exploró todo el espacio, hizo un reconocimiento general (primero de
la mano de mamá), y luego se puso una pulsera de cascabeles en el pie,
exploró los juguetes de madera, se metió dentro del castillo de madera
(en miniatura), saltó en el colchón que había preparado para ello, "hizo música" con un teclado,
descubrió la sensación de jugar con plastilina, pintó su primera
acuarela (qué pena no haber hecho una foto), y luego las dos recogimos
la mesa y me ayudó pasando la bayeta, y me ayudó a recoger cuando nos
pusimos entre todos a ello.
En este ambiente de compromiso y
entrega me sentí realmente a gusto. Verdaderamente creo que una
revolución silenciosa se está gestando. Una hermosa revolución, de niños
felices, de mamás y papás felices, en un ambiente de confianza mutua
muy singular. Esto, sin duda, es algo muy nuevo y revolucionario. Creo
que estas madres comprometidas podrían cambiar el mundo, que este podría
ser menos violento, más armonioso, más auténtico...
En internet encontré esto, no conozco a la autora o el autor, lo comparto porque sencillamente me encanta:
jueves, 24 de noviembre de 2011
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6 comentarios:
Qué maravilla de post y cuánta paz transmite la experiencia compartida que relatas. Yo también paso la mayor parte del día con mi hija y me ocurre las cosas que tu explicas. Un compromiso y una conexión especial. Un abrazo
Es bonito lo que se siente, ¿verdad?
Ahora que mis hormonas se han tranquilizado y que le voy conjiendo el tranquillo, es verdad que estoy encontrando un nuevo disfrute, una nueva emoción muy difícil de transmitir... me gustaría escribir sobre ello estas navidades, cuando esté en la isla...
Un besito, te sigo, linda!
Noraya
Gracias guapa, por la parte que me toca!
Me encantó Nidia, lo pasamos muy bien y conocí mamás estupendas, fue muy inspirador. Me gusta la palabra "autopedagogía", te la copio y me la guardo, pues en ésas estoy...
Un abrazo!
Noraya: me compre el libro que me dijiste los otros días! espero que me ayude...todavía no llegó! Que leen en esa linea de pedagogía? por aquí no hay nada me gustaría saber más..besos, Lucre
Hola Lucre!
Supongo que te refieres al libro de Rebeca Wild "Libertad y limites, amor y respeto"... No entiendo muy bien la pregunta, lo siento... ¿es sobre la linea de pedagogia del libro o de Nidia?
En Nidia vi libros de Aletha J. Solter, Montessori, pedagogia Waldorf, Rebeca Wild, Rosa Jové... y sobre todo mucho sentido comun y presencia... ¿a esto te referias?
Por cierto que te mencioné (y a tu blog) en una de las charlas-taller que di últimamente... (cuando te dicen "lo mejor es en brazos y te tocan mellizos, jijiii)
Un abrazo!
Noraya
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