A veces me enredo en la tensión del día a día, sobre todo cuando las "reclamaciones" de mi ego llaman a gritos para que haga algo con ellas, aunque sea ponerlas en su sitio. Y cuando me enredo en estas cosas superfluas, me olvido de agradecer lo que tengo. Una familia maravillosa. Un gran hombre a mi lado, lleno de amor incondicional, de compasión y con una capacidad de entrega inmensa. Tengo mucho que aprender de él. Una hija llena de sabiduría, con un inconmensurable poder creativo, y una capacidad de conectarme con los mundos invisibles de quien también tengo mucho que aprender.
A veces me olvido de agradecer la familia que tengo, y del tiempo maravilloso que se me ha otrgado para disfrutar de ellos. Doy gracias por poder acompañar a Nur en estos primeros años, muy cerquita, casi pegada, pero respetando sus procesos creativos, sus espacios y sus límites.
Quiero apoyar esta causa por la Conciliación real porque siento el dolor de las madres que sufren por tener que estar lejos de sus hijos y por perderse parte de esos primeros años, aunque...
No todas las mujeres se sienten con fuerzas ni con ganas de estar todo el día con sus hijos... algunas son felices dejándolos en la guardería, a otras les gustaría poder estar más presentes pero no se sienten con fuerzas... ellas también son madres maravillosas, ellas también han sido elegidas por sus hijos, y son las madres perfectas para ellos, apoyando desde sus capacidades y su manera única e irrepetible de amarles y de acompañarles, lo que ellos son y lo que vienen a manifestar.
Lo importante aquí, para mí, en este caso, es tener la libertad de poder elegir. Y ser consciente de dónde están nuetsras limitaciones. Para mí es maravilloso el pasar todo el día con mi hija, incluso sin abuelos (sólo la abuela paterna, quien viaja mucho por trabajo, es escritora) y sin apenas ayuda, sin guardería ni canguros... pero hay que tener muchas ganas, energía y disposición. Hay que abrirse a una entrega total. Y no es fácil. Por eso mismo he decidido que de momento no voy a tener más hijos. Porque siendo realista, esta forma de crianza, desde el apego, el respeto, la presencia, disponibilidad, sin guarderías ni canguros, apenas sin ayuda, no se la puedo dar a dos niños a la vez sin volverme una mujer desesperada. ésos son mis límites. Por lo demás, el tiempo dirá.
Sé que el poder elegir disfrutar de los primeros años de mi hija es una
situación excepcional, y para todas las otras madres (y padres) que no
gozan de esta situación y que les gustaría, sueño que nos abran las
posibilidades de tiempo y espacio para criar a nuestros hijos. Que se
reconozca la existencia del puerperio y que se respete, que las madres
podamos elegir como queremos usar el tiempo ,que dejemos de ser tan
invisibles.
sábado, 8 de octubre de 2011
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1 comentarios:
Me ha gustado mucho el enfoque que le has dado al post. Gracias por sumarte a la iniciativa. Un abrazo!!
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