lunes, 28 de junio de 2010

Apapachar a la madre

Hace unos días, 40 días después del parto, cerré un nuevo ciclo. El ciclo que ha comprendido mi embarazo y parto.
Y lo hice con un ritual de cierre que me ofreció mi querida Ileana, un ritual heredado de las chamanas mexicanas conocido como "apapachar a la madre".

Para ello quise que estuvieran conmigo Ileana y Graciela, pues ambas han compartido conmigo las últimas semanas del embarazo, además del parto y el puerperio, partes de la etapa más intensa y salvaje (entendida como orgánica, natural), que he vivido como mujer hasta el momento.
También quise que estuviera mi amiga Ruth, sin cuyo apoyo y presencia incondicional estos meses no hubieran sido los mismos. Otras mujeres estaban invitadas, pero por una razón u otra, no pudieron estar. Y así fue como fue este ritual, íntimo y pequeño...

Mientras Ruth tenía a Nur en brazos, Ileana y Graciela me envolvieron con un pañuelo y estirando iban haciendo el gesto de "cerrarme", lo que se iba produciendo con cada "apretón".


Sentí como mis huesos y mis carnes se "contenían" de nuevo, fue como si "regresaran" a mi cuerpo, en el cual durante los últimos meses de embarazo, y sobre todo en el parto, se había producido un rompimiento total, para dar vida a un nuevo ser, para culminar la gestación de una vida que aterrizaba a este mundo a través de las aguas de mi vientre expandido.

Fue un ritual sencillo, en el que estuvimos todo el rato charlando, como estas conversaciones de mujeres que se dan en las cocinas de las casas, pero mientras tanto, dentro de mí se estaba cerrando algo, no sólo física, sino energéticamente. Y lo estaba sintiendo.

Por la noche sentí el cambio definitivo, demasiado íntimo para compartir fuera de la pareja, pero supe que otra vez mis hermanas me habían ayudado,me habían a-pa-pa-cha-do... De nuevo a Ileana, a Graciela, a Ruth: Gracias

Puedes hacerlo en casa, aquí una sencilla propuesta:
Círculo de compartir, cómo ha sido mi vivencia del embarazo, del parto. ¿Cómo me siento ahora?
Baño vaginal de vapor y/o masaje con aceites esenciales en abdomen, manos y pies (aceites esenciales sugeridos. Ciprés, Jara, Mirra, Amaro, Salvia, Amaro).
Cierre con rebozo o pañuelo.
Compartir bebida y comida

2 comentarios:

Teresa dijo...

Lo que escribes (y cómo lo escribes) es inspirador, da fuerzas, transmite energía; ayuda a entender lo salvaje y lo tierno, lo profundo, lo íntimo, lo trascendente...

Noraya dijo...

Jo, muchas gracias Teresa... supongo que por lo que me cuents compartimos un mismo sentir...

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