lunes, 19 de diciembre de 2011

Con mi crianza con apego, con mi libertad.

Hace tiempo leí un precioso post de Isha, en su blog Ishamommy llamado "Mi maternidad a color", por el que le di un premio; ya llevaba tiempo yo dándole vueltas al tema, porque una de las cosas más importantes que estoy aprendiendo con la maternidad es a aceptar los caminos diferentes que elegimos cada una y cada uno, y que no hay ninguno mejor que otro.
Recogiendo el trazo dejado por Raquel hace unos días en su blog "Madre Tierra" ("Soc Mare"), necesito expulsar esos demonios que me vienen acompañando desde que descubrí este maravilloso camino de la maternidad.

Pues resulta que el articulo defiende el derecho de las madres a tomarse "un tiempo para ellas". Pues esto ha levantado ampollas (y eso que habla de las que ya tienen hijos de más de 2 años) y se  ha creado un gran debate sobre si las madres somos primero madres y luego mujeres o si nosotras somos lo más importante en nuestra vida o lo son nuestros hijos, o si me siento culpable porque me voy dos horitas a comparar comida y cosas necesarias...Guau! Increíble, no?

No solo hoy, sino en muchas ocasiones en los últimos meses he escuchado críticas de unas madres a otras, por no criar con apego, por no portear a sus bebés, por no darles pecho, por no colechar con ellos, y luego nos lamentamos si somos incomprendidas...
¿Acaso no somos todas mujeres distintas, con educaciones distintas y distintas inclinaciones? ¿No estamos aprendiendo todas de nuestros errores? ¿No somos al mismo tiempo todas madres, no amamos a nuestros hijos por encima de todo y con toda nuestra alma?
A veces da la sensación de que se está intelectualizando algo que es natural y simple... ¿tenemos que ser súper-mamis o qué?

No me canso de recordar la conmovedora entrada de Ileana aen su blog "Tenemos Tetas" llamada "La madre que somos y la madre que queremos ser"...
Creo que todas y todos deberíamos leerla, está llena de sensibilidad, comprensión y compasión hacia quienes no se pueden etiquetar como madres "de apego", hacia quienes a veces desean huir, hacia quienes no se sienten tan perfectas.
Nos falta más comprensión y aceptación con nosotras mismas, sí, pero también con las demás, con quienes no son como nosotras (y con nuestras propias madres, claro!), pero bueno! ¿vamos a ser crueles con nuestras comadres cuando sus hijos (verdaderos protagonistas de esta historia) las aman como son?

¿Y qué hay de las redes de mujeres, de "la tribu"? Aunque no es mi caso, pues reconozco que yo soy más bien tigre solitario, entiendo que la necesidad de una red de mujeres o de "tribu", es para que una pueda recuperarse emocionalmente, para que tenga esos ratitos para reunir fuerzas de nuevo y recuperar poquito a poco su identidad, si es que en algún momento se perdió. No lo sé, de verdad. Y eso que yo he elegido estar con Nur. Y he aprendido a disfrutarlo muchísimo!... pero por eso mismo, creo que lo que esta opción, dejar otros intereses para estar con mi hija (y sin tribu), no es para todas. No debería serlo... pues fácil, no es. Y depende mucho de lo que hayamos sanado antes de ser madres, y de lo que hayamos construido con los retazos de alma que hayamos ido recuperando...

Para dar lo que no hemos recibido, tenemos que hacer un esfuerzo enorme de ir más allá de nuestras limitaciones, pero no siempre es fácil, no siempre se consigue. Tenemos que darnos nosotras el amor que sentimos que no recibimos, crear una conexión con la fuente de amor inagotable de la cual beberán nuestros hijos sin hartura. A veces no somos capaces de crear esa conexión, no creemos en nosotras mismas, o simplemente no nos acompañan las fuerzas.No pasa nada. Podemos hacernos conscientes de nuestra limitaciones, aprender a amarlas y a aceptarlas... ¿cómo sino podríamos aceptar las de nuestros hijos y seres queridos? ¿cómo sino queremos paz en nuestro mundo si en nuestro interior se libra esa batalla contínuamente?

Por otro lado, no todos los hijos necesitan la misma presencia de sus madres. Los hay más independientes por naturaleza, e incluso los más apegados, como Nur, pueden ser extremadamente empáticos y comprensivos con nosotras si les permitimos expresarse por ellos mismos.

Yo no he querido poner banners en "El Rumor de las libélulas" como "En mi cama somos tres", "Pro-crianza con apego", "Soy lactivista"... no quiero etiquetar de ninguna manera mi forma de maternar, quiero seguir mi propio instinto, recoger los trazos hermosos que han dejado quienes han pasado por aquí antes que yo, no sentirme culpable cuando "no puedo", disfrutar de mi hija con un sabor y un color genuinos y auténticos... aprovechar cada experiencia (sea del color que sea) para sanar y renovarme...
Soy una madre. La mejor que mi hija puede tener. La que ella ha escogido. Con mis errores, mis imperfecciones. Con mi crianza con apego, con mi libertad.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

:) Me ha gustado muchísimo Noraya.
Te parece que seas el primero de los links que ponga en el post de la segunda parte ?? :)

Besos

Me encanta la ultima frase, claro que si, cada una es la mejor madre para su hijo, ambos nos escogemos y reconocemos :)

un abrazo :)

MaGiA dijo...

Wuau!
Ayer cuando lei el post de soc marey no tenía ni un solo comentario. Lo compartí porque me pareció que tocaba la sombra de muchas madres (entre las que me incluyo) y ahora he vuelto a entrar a través de ti y he visto que se ha montado una buena ¡genial, dónde hay debate hay vida!
Comparto palabra por palabra lo que dices en tu entrada Noraya!
Podemos ponerle etiquetas para tener como nombrarla, pero al final cada una maternamos como somos, de la mejor forma que sabemos, y juzgarnos y culpabilizarnos solo refleja las propias dificultades e inseguridades.
Es más fácil criticarnos que tratar de caminar con mocasines ajenos y ver todo lo que hay detrás de cada madre, cada familia, cada opción.
Yo me etiqueté como crianza corporal, porque como visceral que soy me pierdo en los conceptos y en los sentimientos y entiendo el mundo mejor desde las tripas. Pero es eso, una etiqueta, la mejor forma en la que supe nombrar mi sentir en ese momento. Lo que no quiere decir que vaya a lanzarme al cuello de mujeres que han elegido otras opciones ¡es absurdo a la par que incoherente que pida respeto para mí y no sea capaz de darlo!
Me gusta tu punto de vista sobre los banners. Yo si tengo varios, no porque los necesite para dormir con mi hijo o para darle el pecho… eso ya lo hacía antes de conocer los términos ;-) sin embargo si necesito darles espacio en mi casa para abrir camino a otras mamis viven esas opciones con culpabilidad.
En fin, me quedo reflexionando con tu entrada, que me está dado para mucho ;-)
Abrazos libertad

Noraya dijo...

Hola Raquel,
Me alegro de que et haya gustado, llevo tiempo queriendo escribir sobre ello y quería hacerlo con respeto y delicadeza sin herir a nadie (aunque nunca se sabe las susceptibilidades que puede haber). Primero Isha y ahora tú me habéis dado el empujoncito que necesitaba...
Claro que sí, haz lo que sientas con el post!

Un abrazo
Noraya

Patricia dijo...

Das en el clavo totalmente. Hay un peligro enorme en este tema de la crianza con apego y es el de las generalizaciones.

Acepto generalizaciones tipo: parto respetado piel con piel el continuum exo útero, y muchas más, doy la bienvenida a todos esos libros y al discurso intelectual, pero ojo: aquí estamos menganita, zutanita, y fulanita con sus sombras, las de sus padres, sus abuelos, con sus vidas, particulares, con sus neceisdades a las que hay que arrojar consciencia y llorar lo que no hemos llorado de niños por nuestros hijos. Y como nosotras y los papás están los nenes, el nene que su mamá se ha tenido que incorporar a currar, el que se ha quedado en casa, el que ha ido a la guarde, y a toda esa ensalada hay que unir todas las biografías personales de papá y mamá, la carga celular emocional y física del nene, todo, cada uno somos distintos y tenemos necesidades distintas a parte de las primoridiales o las mismas primordiales, quizás.

El nene X se quedará tan pichi cuando se vaya su mami a pilates y otro llorará deseperado. Otro que sin embargo ha estado con su mamá físicamente a lo mejor no ha tenido su PRESENCIA auténtica en ningún momento y se siente agujereado. Otro al que ha criado una salus o una chacha pues lo llevará interiorizado toda su vida aunque no sea consciente. En fin, que son ellos los que nos van marcando que es lo que falla, y que por desgracia muchas veces no es la presencia si no esa PRESENCIA que nostros no hemos tenido.

Lo que hagamos con ellos desde el instinto y el amor que sea disfrutando y si no es así, démonos un respiro. Para mí por ejemplo el acudir a mi terapia con las chicas de Laura Gutman es sagrado, también lo era hacer ejercicio físico una vez por semana (ahora no puedo por motivos económicos) eso nos ayuda a las dos, hay cosas que echo de menos y otras no. Es cierto Noraya, ella vino con una misión y la está llevando a cabo con éxito. es genial sentir que cuando se van haciendo mayores, en una casa somos tres o cuatro o los que sean y hacer las cosas de la forma más satisfactoria para todos! Cuando mamá está contenta Catu está contenta, eso si que no falla nunca!

Noraya dijo...

Queridas MaGia, Patricia! Comadres!
Muy sabias vuestras palabras, las suscribo también!
Es que hay madres para quienes parece muy fácil todo y se olvidan de pensar en las que no lo tienen antes de hablar. ¿Dónde está el "comadreo"?
Me reafirmo en las palabras de mi compañero, Alex, de que "se está haciendo mental algo que es natural"...

La propuesta de Raquel ("Madre Tierra"/ "Soc mare") es que quien quiera escribir sobre el tema, ya que hay infinidad de matices, puede enviarle el link, y ella lo pondrá en la entrada, la que ha causado tanto revuelo, la que ha abierto la caja de Pandora ;)

Os animo a escribir, porque seguro que vuestra experiencia y puntualizaciones podrán ayudar a aquellas que se ven lejos de poder dedicar todo el tiempo a sus hijos (por las razones que sean)... o no darles el pecho, o no portear... en fin, hay tantos matices como madres y niños! Podemos escribir sobre ello hasta el infinito!

Un abrazo cariñoso a cada una!!
Noraya

Carol dijo...

Me ha gustado mucho tu entrada.
En su momento leí el post de Illena y es genial, como siempre ella.
Siempre digo que cada mujer, cada niño, cada familia es un mundo. Lo que vale para unos no tiene por qué valer para otros.
Lo que nosotros hacemos nos funciona a nosotros, eso no quiere decir que los demás deberían hacer lo mismo.
Mientras se haga con respeto creo que cada cual debe encontrar su manera. Si una mujer necesita su espacio para sentirme mejor, creo que debe hacerlo, porque si ella no está bien su hijo no estará bien, por mucho que esté siempre a su lado. No entiendo tanta crítica.
Me parece más positivo el apoyarnos unas a otras, una tribu comprensiva.

Un abrazo

www.minervaysumundo.blogspot.com

Noraya dijo...

Hola Carol,
Si, una tribu más comprensiva es lo que hace falta, que no haya tanto blanco o negro, y sí más colores...
He descubierto tu blog hace poco, a ver si voy encontrando ratitos para bucear un poco en él, intuyo que me va a gustar... ;)
Gracias por pasarte por aqui, siempre alegra recibir visitas nuevas! :)

Un abrazo navideño,

Noraya

Unknown dijo...

Hola Noraya, muy acertado tu punto de vista, es verdad que somos la mejor madre que podemos ser con nuestras circunstancias y con la mochila que cada cual lleva a cuestas, de experiencias de vivencias. También coincido con la reflexión de Carol, es lo que yo pienso, a qué tanto revuelo? Cada cual sabe cómo está mejor consigo mismo para estar mejor con los demás y eso es muy maduro también. Mejor estar así de buenas que estar por estar deseosas de ese tiempo propio anhelado y que posiblemente produzca una amargura terrible a quien lo desea y no se lo concede. Yo aún no lo necesito porque mi niña es pequeñita y no puedo estar sin ella, pero llegado el momento, si lo necesito me lo tomaré, por supuesto. Con respecto a los banners y las etiquetas escribiré más sobre ello. No siento que esté etiquetando mi maternidad ni haciéndola menos instintiva por ello, creo que es una reacción a los continuos ataques que ha recibido la maternidad instintiva que ahora se ha hecho fuerte y está en plena "manifestación" diciendo a voz en grito que queremos ser lactivistas y/o colechar y/o portear y/o tantas cosas que sabemos que son buenas y que se habían degradado tanto últimamente. Cuando vuelva a ser normal, cuando no haya que dar explicaciones a todo el que nos cruzamos (la vecina, la tía, la farmaceútica, la suegra...) entonces dejaremos de usarlos. Pero al menos en mi caso, primero fue adquirir el hábito y luego decidir plantarme un banner. Primero fue ver qué era lo que queríamos y luego ver sorprendida que era coincidente con más opiniones. Tristemente hay todavía muchas madres que no se han dejado llevar por ese instinto (sobre todo por presiones) y quizá esos banners les conduzcan a un grato descubrimiento. Yo siempre he sido "rarita" y bastante solitaria en mis opiniones, casi siempre bastante particulares, así que entiendo tu vivencia como tigre solitario porque siempre me he sentido así. Estoy sorprendida de ver una "tribu" que opina como yo en el mundo virtual porque en el mundo "real" casi no es así. Pero estoy de acuerdo, tribu comprensiva, si no...para qué?

Noraya dijo...

Hola Gemma,
Me parece estupendo que quien quiera poner banners lo haga, de verdad :-) Ni me parece menos instintivo para nada... es simplemente que yo no los he puesto. Nada más. Yo no he recibido críticas por mi manera de criar, me he sentido y me siento muy respetada por quienes están a mi alrededor, incluidos desconocidos; y yo, la verdad, tampoco he entrado en discusiones sobre la mejor manera de crianza (salvo una vez, sobre el método estivil, y decidí no hacerlo más ;-) .Tampoco he intentado convencer a nadie de nada. Las charlas que estoy dando ahora sobre maternidad consciente, tratan precisamente de no poner etiquetas a nuestra forma de maternar, por eso la segunda se llama "Cada madre es única e irrepetible". Me gusta empezar diciendo que maternidad consciente es también hacerse consciente de nuestra sombra, de cuáles son nuestras limitaciones, y a partir de ahí, criar como podamos cada una, que una cosa es la teoría y otra la práctica del día a día (y esto lo sabemos TODAS, jeje ;-).

No he puesto banners porque la verdad es que cuando empecé a escribir el blog no pensé que lo fuera a leer NADIE a parte de Alex. Ahora, siempre me sigue sorprendiendo que haya algún comentario flotando por aquí ;-). Por eso apenas escribo sobre temas que nos importan a todas, eso ya lo hacen otras muchísimo mejor que yo, más informadas y con más rigor. Yo sólo hablo de mis sentimientos, de cómo me voy descubriendo a través de Nur y de nuestras vivencias y de cómo se van solucionando las cosas. Y pienso seguir así, con esta especie de blog-diario íntimo que no informa lo-que-se-dice-informa, pero sí me ayuda a espantar a mis demonios y me redime y me da paz...

Te abrazo, preciosa

Maria dijo...

Gracias Noraya, como siempre, tus entradas me hacen pensar mucho...
Yo sí que me identifico un poco con esa actitud de estar a la defensiva, de ir con mis etiquetas por delante... aunque a mí me han servido para evitar muchas críticas (y aún así he recibido unas cuantas), al leerte me has hecho reflexionar mucho y la conclusión es que tengo que darle unas cuantas vueltas a este tema...
Ando ultimamente dandome cuenta de que vivo en guerra con el mundo, a la defensiva, y no me gusta, pero tampoco sé hacerlo de otra manera. Me has dado algunas ideas.
Gracias guapa, un beso!

Noraya dijo...

Hola Maria preciosa,
...Creo que te voy a contestar con una nueva entrada, si me deja este ordenador (estoy feura de casa y con un mono de escribir impresionante)

Un abrazo enorme y a Diego!

Una madre Pikler dijo...

Si queres no seamos amigas...ajaja PERO A MI ME ENCANTA LEERTE! DE VERDAD Y MUCHAS COSAS NO SOMOS IGUALES PERO DISFRUTO PROFUNDAMENTE TU MIRADA....para mi esta muy bueno noraya que estes al otro lado de atlántico!!! besos, lucre

Anónimo dijo...

Noraya, qué bonito leerte ahora tras expresado yo también! Siento tus palabras y tu visión y he de reconocer que también soy tigresa solitaria. Necesito el contacto y el calor pero también mi espacio, mi distancia, mi estar y mi hacer... pero nada de esto resta validez a lo otro sino, al revés, se complementa.
Gracias por tu franqueza y por acercarme este link. Al final parece que al sacar algo que te toca tan de cerca la sensación es siempre de libertad, verdad?
Un fuerte abrazo desde el corazoncito ♥

mamácolibrí dijo...

Hola, hace mucho de esta entrada pero la he leído gracias al enlace que has puesto en buceando en mi. Tus palabras y las de cocolina me inspiraron una nueva entrada. Te invito a que la leas y me des tu opinion,

Un besito

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