Desde que nació, Nur fue siempre muy inquieta, por su temperamento sanguíneo, siempre ha necesitadoestar activa y en movimiento.
Cuando tenía 10 semanas empezó a levantar el torso siempre que estaba boca abajo, apenas estuvo boca arriba (una alfombrita de juegos que nos regalaron quedó sin usarse por esta razón...). Desde muy pequeña buscaba la posición de gateo. Miraba fascinada a los niños mayores que ella, como si sus ojillos dijeran "¡Yo también quiero hacer las cosas que haces tú!"
(y todavía lo hace)
Debimos contárselo a Mónica, quien nos recomendó un libro llamado "Moverse en libertad", del Instituto Pikler-Loczy. Nos explicó que cuando les damos libertad de movimiento a los bebés (siempre cerca, atentas, presentes), sin intervenir directamente ni ayudarles a encontrar posturas, ofreciéndoles un entorno seguro, ellos mismos desarrollan la psicomotricidad con gran precisión y soltura, y al no ser privados de poder conquistar las posturas ellos mismos, desarrollan mucha seguridad en sí mismos y autonomía.
No sé si nos lo explicó con estas mismas palabras, pero nosotros comprendimos en seguida lo que nos quería decir y lo pusimos en práctica desde ese mismo día. De hecho hasta ese momento tampoco habíamos "enseñado" a Nur ninguna postura, porque ella misma ya lo había hecho solita.
Nos compramos el libro de la doctora Pikler, lo ojeamos por encima, y lo dejamos en la estantería. Habíamos comprendido y no necesitábamos más.
Nunca pusimos protectores en las esquinas de la mesa ni en las puertas. No digo que no haya que hacerlo, creo que es muy recomendable, pero a nosotros se nos fue pasando, y sobre todo, aprendimos a confiar en nuestra hija, en sus capacidades y en la sabiduría de su cuerpo, la confianza en la vida ya la llevábamos "puesta". Simplemente, abrimos el espacio del salón para que ella pudiera explorar libremente, siempre estando nosotros presentes y ofreciéndole todo nuestro apoyo emocional. Una de las consecuencias de esto, es que aunque a veces se pueda caer, como es lógico, Nur ha aprendido a tener una conciencia muy precisa del espacio que hay a su alrededor y a intuir los "peligros".
Ha sido y es maravilloso observar a nuestra hija moverse en libertad. Buscar las posturas que le apetecen y conquistarlas ella solita, sin ayuda pero con nuestra presencia, ánimo y apoyo absoluto. No se trata de ir más rápido o más despacio, por ejemplo la postura de sentada no le ha interesado, por su temperamento, y es ahora, con 13 meses, cuando le empieza a gustar (le encanta investigar el "engranaje" de cada juguete y de cada objeto que llega a sus manitas sentada con las piernas estiradas)
Nur empezó a gatear con 5 meses, y ha gateado mucho.
Poco después se puso de rodillas con el cuerpo levantado (para sacar todo de las estanterías!)
Tres días antes de cumplir 6 meses se puso de pie por primera vez, sujetándose al cochecito (intrépida como ella sola).
A los 11 meses se subía y bajaba del Bugaboo trepando como una mona, y demostró su otro temperamento colérico a través de su gran voluntad, tenacidad y persistencia.
Al cumplir el año, en Malaysia, a empezado a andar ella solita. Hasta entonces se estuvo desplazándo en esta postura sujetándose a la pared o al sofá o a la mano de algún mayor. Ahora, con 13 meses y medio, anda con mucha soltura ella sola, y además ¡le hace mucha gracia ver cómo puede entrar a los sitios por su propio pie!
Cada bebé con sus temperamentos y sus necesidades buscará una postura diferente (¡hay tantas!), y si les dejamos libres para conquistarla, lo harán ellos solitos, sufriendo y disfrutando la hazaña de lograr lo que se proponen por ellos mismos.
Nosotros hemos disfrutado y seguimos gozando con cada propósito que Nur se hace y consigue, con cada pequeño avance, con cada conquista y cada ilusión. Disfrutamos descubriendo la enorme sabiduría que hay en el cuerpo humano, y que se despierta cuando permitimos un espacio para el movimiento, confiando, de nuevo, en que la Naturaleza es grande y sabia...
2 comentarios:
Hola Noraya,
Me ha encantado esta entrada y me sirve de mucho.
Nené también es muy curioso y movido, sentado desde los 5 meses, a los 7 comenzó a ponerse de pie agarrado a las cosas y a punto de cumplir los 8 gatea a toda mecha.
En estas últimas semanas ha pasado de seguirnos cuando nos movíamos por la casa a explorarla por su cuenta.
Me parece que el hecho de no alcanzarle las cosas ni colocarle en distintas posturas, sino "dejar que el se busque la vida" le está ayudando a despertar al movimiento con libertad.
Estaba buscando un libro que me ayudara a aclararme con este tema, a saber como gestionarme yo lo de estar presente sin intervenir (uff, como me cuesta a ratos ;-) ) y mañana mismo busco el que recomiendas.
Abrazos!
Hola linda!
Acabo de ver tu comentario, esto me pasa a menudo, así que voy a cambiar el sistema,jeje
Me alegro mucho de que te sirviera de algo el post, no sé si llegaste a comprar el libro y si te sirvió, para mí fue y es muy importante todo lo que he aprendido de ello...
Hay otra mami "pickleriana" que tiene un blog muy curisos, por si te interesa...
http://experienciasdeunamadrepikler.blogspot.com/
Un abrazo y disculpa por ocntestar tan tarde!!!
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