miércoles, 1 de junio de 2011

La revolución nuestra de cada día

Estoy viviendo una metamorfosis. Total. Espiritual. Física. Mental y emocional.

Últimamente, y en este tiempo en que mi vida se está tranformando de una forma tan grande, en un momento en que el motor principal de mi vida es la familia, me he preguntado varias veces qué hago yo por la humanidad, de qué manera estoy ayudando, qué estoy aportando a este mundo.
Varias personas muy amadas, me han hecho ver que el hecho de ser Madre es algo ya de por sí de gran valor para la humanidad. Criar a un hijo para que pueda dar lo mejor de sí mismo y para que pueda vivir en este mundo rodeado de amor, bendición y Gracia.

Hay un libro maravilloso de Laura Gutman que se llama "La Revolución de las madres". Gabriela fue quien me lo dió a conocer, y meses más tarde a vuelto a mi vida recordándome que yo también estoy haciendo mi revolución, nuestra revolución, la de las madres! Quiero copiar un trozo de la introducción del libro, porque me encanta el leguaje que usa la autora, y porque describe exactamente cómo son mis días ahora... y quiero compartir esto con las personas que quiero y que me quieren...:

"La revolución nuestra de cada día por Laura Gutman

La nuestra es una revolución silenciosa, amorosa y pacífica. Es una revolución doméstica, en el sentido más sublime del término. Es un cambio cotidiano, permanente, cariñoso, tierno y compartido.
Hacemos la revolución cada mañana cuando despertamos sudando envueltas en el cuerpo del niño pequeño. Cuando la divinidad femenina se hace presente a través del alimento que ofrecemos. Cuando organizamos los rituales familiares de comida, baño, limpieza, orden, palabras, explicaciones, verdades nombradas, diálogos abiertos, comprensiones compartidas y sueños soñados. Cuando somos anfitrionas de las celebraciones. Cuando cada día compartido y cada noche de descanso hacen parte de la nutrición afectiva. Cuando brindamos porque estamos vivos. Cuando el poder susurrante del agua nos adormece, y el poder hipnótico del fuego nos vitaliza.
Las madres hacemos la revolución cuando recuperamos nuestros rituales ancestrales, cuando defendemos los espacios íntimos, cuando hacemos silencio, cuando recordamos que somos la Tierra y que somos el Cosmos. Cambiamos el mundo cuando conservamos el valor sagrado que tienen los pequeños actos de intercambio humano.

La revolución de las madres acontece cuando nos dejamos fluir por la energía de las trece lunas de cada año. Cuando nutrimos, alimentamos, sanamos, atendemos, esperamos y estamos abiertas y receptivas para con los demás.
No importa que hayamos tenido vidas difíciles. Cada día es una nueva oportunidad para mirar a un niño, y saber que está deseoso de alimentarse con nuestra sustancia materna. Tampoco importa si se trata de un hijo propio o un hijo ajeno, porque ellos siempre permanecerán receptivos a los cuidados amorosos. Todos los niños saben que existe un ámbito generoso y caliente latiendo en el corazón de cada madre, potencialmente útil y nutritivo para ellos.

Los niños amados y amparados son pacientes, comprensivos y respetuosos. Ellos entienden el mundo tal como lo viven: dentro del amor y la dedicación, lo sienten como amoroso e infinito, aunque en el desamparo y el vacío afectivo, lo experimentan como un lugar hostil del que hay que protegerse.

Por eso, conocer este tema es el paso previo a sanarlo y prevenirlo y no hay que esperar a que los poderosos del G-8 solucionen el mundo, sino que tenemos la alquimia en nuestras manos: la revolución de las madres es la esperanza."

La foto es de la edición del libro en Argentina, la edición española es diferente, pero me gusta la portada de las madres guerreras... ;)

2 comentarios:

Diana dijo...

Me gusta tu blog mucho, pero esta entrada me ha hecho recordar una frase (conocidísima) de William Wallace que dice "La mano que mece la cuna es la mano que gobierna el mundo" (algo así). Desde luego somos las que tenemos la responsabilidad de revolucionar la humanidad criando a seres libres y educarlos dentro del respeto. Gracias por recordármelo.
Por esto y otras cosas te he dado un premio en mi blog. Está en este link: http://nivescens.blogspot.com/2011/06/premio-blog-de-una-mama-con-ingenio.html

Noraya dijo...

¡Muchas gracias Diana!
¿Qué hago ahora, le tengo que dar el premio yo a otro blog? es que ya he recibido un par y no sé cómo drle continuidad...

Muchas gracais y bendiciones a tí y a tu familia!
Noraya

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