sábado, 11 de junio de 2011

Hay un ángel para tí...

Hoy me ha llegado esta hermosa historia a través de un ángel llamado Cristina...:

Cuenta una leyenda de un angelito que estaba en el cielo, le tocò su turno de nacer como niño y le dijo un dia a Dios:
- “Me dicen que me vas a enviar mañana a la tierra. Pero, ¿cómo vivir tan pequeño e indefenso como soy?”
-“Entre muchos ángeles escogí uno para ti, que te está esperando y te cuidará”.
-“Pero dime, aquí en el cielo no hago más que can
tar y sonreir, eso basta para ser feliz”.
-“Tu ángel te cantará, te sonreirá todos los dias y tú sentirás su amor y serás feliz”.
-“Y cómo entender lo que la gente me hable, si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?”
-“.Tu àngel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucha paciencia y con cariño te enseñará a hablar”
-“Y que haré cuando quiera hablar contigo?”
-“Tu ángel te juntará las manitas te enseñará a orar y podrás hablarme.”
-“He oido que en la tierra hay hombres malos. ¿Quién me defenderà?”
-“Tu ángel te defenderá más aún a costa de su propia vida.”
-“Pero estaré siempre triste porque no te veré más Señor”.
-“Tu ángel te hablará siempre de mi y te enseñarà el camino para que regreses a mi presencia, aunque yo siempre estaré a tu lado.”

En ese instante una gran paz reinaba en el cielo pe
ro ya se oían voces terrestres, y el niño presuroso repetía con lágrimas en sus ojitos sollozando: -“Dios mío, si ya me voy dime su nombre! ¿Cómo se llama mi ángel?”
-Su nombre no importa, tú le dirás: Mamá.

Compartan esta bella historia con vuestros ni
ños, que sean vuestros o de la vida…metamos una chispita de Luz en sus corazones, recordémosles de donde vienen…


lunes, 6 de junio de 2011

Metamorfosis

Cuando con 11 meses Nur empezó a removerse en la cama, rodando como una croqueta , buscando sus espacio entre su padre y yo, nos dimos cuenta de que algo pasaba, de que se estaba volviendo "mayor" y de que necesitaba más "independencia", así que le pusimos una camita al lado de la nuestra, con lo que sus noches (y las nuestras) empezaron a ser menos moviditas y más tranquilas.
La verdad es que me sorprendió que fuera "tan pronto", pero ellos, nuestros peques, saben muy bien cuándo han tenido "bastante" de algo.

Otro de los cambios importantes que noté fue que, casi al mismo tiempo, Nur decidía que, aunque quería que la acompañara a dormir y le diera el biberón, ahora prefería dormirse ella solita en su cama, y ya no en mis brazos, como habíamos hecho hasta el momento.
Así que desde entonces y a la hora de acompañarla a dormir una siesta o por la noche, le cojo en brazos, le doy un bibe y le canto, y cuando ella me lo indica, la acuesto en su camita y yo me tumbo en la mía, a su lado, cantándole o compartiendo silencio hasta que se queda dormida... o casi... y yo puedo salir de puntillas de la habitación.
Este rato puede durar entre 10 minutos y una hora, en la que Nur da vueltas en la cama, levanta una pierna, hace ruiditos... en fin, busca su sueño, igual que hacemos los "mayores" cuando tenemos sueño pero nos cuesta un poquito pillarlo....
A veces me hago la dormida, y otras veces la cojo un ratito y la acuno un poco para ayudarla, o le canto... otras veces todavía se queda dormida en mis brazos...

Hoy hace poco más de 13 meses que Nur nació después de un parto (el mío) largo e intenso, en nuestra antigua casa de Madrid.










Y ha crecido mucho. Es parlanchina, inquieta, curiosísima, pizpireta, tiene cuatro dientes (y unos cuantos en camino), más de 10 vuelos en este último año, estancias en tres continentes y una mudanza.
Es a la vez muy sensible y muy fuerte. Todavía le da miedo este mundo tan denso, todavía necesita a su mami.
Como madre, siento que estoy empezando una etapa nueva, en la que me siento todavía un poco perdida y a veces, un poco sola, es una soledad interior, esto me ocurre cuando desconecto de mí misma y me quedo en el exterior... entonces en mi interior se abre un vacío, y todo se me hace cuesta arriba. Hacerse cargo de otro ser entonces, puede ser muy duro, ahora lo sé. Sobre todo porque se necesita presencia y disponibilidad total, y claro, cuando una no está presente en su propia vida...

Las últimas semanas hemos tenido viajes y cambio de residencia, y confieso que algunos días me ha parecido estar viviendo una depresión post-parto tardía. Incluso Alex me ha regalado el libro "El Club de las madres cabreadas", a ver si conseguía que me riera un poco con todo el meneo que nos hemos traido encima.
En medio de esta metamorfosis interior, en el exterior se daba una "spanish revolution", y es que no son tiempos de calma, son tiempos de cambio y de autenticidad, de verdad y de conciencia. Y ser madre en medio de todo esto puede ser lo más desesperante y lo más hermoso y bello del mundo, o las dos cosas a la vez.

Gracias a quienes han estado ahí. Ellas y ellos saben quién son.

...Y como depués de la tormenta viene la calma, ahora vuelvo a flotar en el gozo constante y en la devoción absoluta hacia la maternidad, y aunque todavía ando un poco perdida en esta nueva etapa que comienza, he decidido sumergirme de lleno en ella a través de la conexión con mi hija, quien cada día se muestra más comunicadora y empática, y ha aprendido muy bien a pedir lo que quiere usando su propio lenguaje.
A veces nos sentamos las dos en un escalón y nos ponemos a charlar, como si no existiera nada más, como si nos estuviéramos contando cosas muuuy importantes (¡que lo son!). Son momentos de paz, de dicha, de fluir con la vida, de aceptación del momento presente.

Y otra vez mi pensamiento para las madres...
Ahora, después de casi 14 meses, me siento más cerca de ellas, de las que lo fueron antes que yo, de las que lo "sufrieron" y de las que crecieron con ello, de quienes se hicieron mujeres floreciendo después de cada tormenta.
Ahora y sólo ahora, empiezo a vislumbrar el secreto de ser madre, el misterio que cada una guarda en su corazón, la semilla del amor más grande, regada muchas veces con lágrimas de quienes han aprendido a acojer lo que les venía, con la entrega más sincera y absoluta.

Mis respetos, solidaridad y sonrisa para todas ellas... benditas seáis.

Moverse en libertad

Hay algo maravilloso que he aprendido a través de Mónica Delgado, pediatra de Nur, y tiene que ver con el movimiento.
Desde que nació, Nur fue siempre muy inquieta, por su temperamento sanguíneo, siempre ha necesitadoestar activa y en movimiento.
Cuando tenía 10 semanas empezó a levantar el torso siempre que estaba boca abajo, apenas estuvo boca arriba (una alfombrita de juegos que nos regalaron quedó sin usarse por esta razón...). Desde muy pequeña buscaba la posición de gateo. Miraba fascinada a los niños mayores que ella, como si sus ojillos dijeran "¡Yo también quiero hacer las cosas que haces tú!"
(y todavía lo hace)
Debimos contárselo a Mónica, quien nos recomendó un libro llamado "Moverse en libertad", del Instituto Pikler-Loczy. Nos explicó que cuando les damos libertad de movimiento a los bebés (siempre cerca, atentas, presentes), sin intervenir directamente ni ayudarles a encontrar posturas, ofreciéndoles un entorno seguro, ellos mismos desarrollan la psicomotricidad con gran precisión y soltura, y al no ser privados de poder conquistar las posturas ellos mismos, desarrollan mucha seguridad en sí mismos y autonomía.
No sé si nos lo explicó con estas mismas palabras, pero nosotros comprendimos en seguida lo que nos quería decir y lo pusimos en práctica desde ese mismo día. De hecho hasta ese momento tampoco habíamos "enseñado" a Nur ninguna postura, porque ella misma ya lo había hecho solita.

Nos compramos el libro de la doctora Pikler, lo ojeamos por encima, y lo dejamos en la estantería. Habíamos comprendido y no necesitábamos más.
Nunca pusimos protectores en las esquinas de la mesa ni en las puertas. No digo que no haya que hacerlo, creo que es muy recomendable, pero a nosotros se nos fue pasando, y sobre todo, aprendimos a confiar en nuestra hija, en sus capacidades y en la sabiduría de su cuerpo, la confianza en la vida ya la llevábamos "puesta". Simplemente, abrimos el espacio del salón para que ella pudiera explorar libremente, siempre estando nosotros presentes y ofreciéndole todo nuestro apoyo emocional. Una de las consecuencias de esto, es que aunque a veces se pueda caer, como es lógico, Nur ha aprendido a tener una conciencia muy precisa del espacio que hay a su alrededor y a intuir los "peligros".

Ha sido y es maravilloso observar a nuestra hija moverse en libertad. Buscar las posturas que le apetecen y conquistarlas ella solita, sin ayuda pero con nuestra presencia, ánimo y apoyo absoluto. No se trata de ir más rápido o más despacio, por ejemplo la postura de sentada no le ha interesado, por su temperamento, y es ahora, con 13 meses, cuando le empieza a gustar (le encanta investigar el "engranaje" de cada juguete y de cada objeto que llega a sus manitas sentada con las piernas estiradas)

Nur empezó a gatear con 5 meses, y ha gateado mucho.
Poco después se puso de rodillas con el cuerpo levantado (para sacar todo de las estanterías!)
Tres días antes de cumplir 6 meses se puso de pie por primera vez, sujetándose al cochecito (intrépida como ella sola).
A los 11 meses se subía y bajaba del Bugaboo trepando como una mona, y demostró su otro temperamento colérico a través de su gran voluntad, tenacidad y persistencia.

Al cumplir el año, en Malaysia, a empezado a andar ella solita. Hasta entonces se estuvo desplazándo en esta postura sujetándose a la pared o al sofá o a la mano de algún mayor. Ahora, con 13 meses y medio, anda con mucha soltura ella sola, y además ¡le hace mucha gracia ver cómo puede entrar a los sitios por su propio pie!

Cada bebé con sus temperamentos y sus necesidades buscará una postura diferente (¡hay tantas!), y si les dejamos libres para conquistarla, lo harán ellos solitos, sufriendo y disfrutando la hazaña de lograr lo que se proponen por ellos mismos.
Nosotros hemos disfrutado y seguimos gozando con cada propósito que Nur se hace y consigue, con cada pequeño avance, con cada conquista y cada ilusión. Disfrutamos descubriendo la enorme sabiduría que hay en el cuerpo humano, y que se despierta cuando permitimos un espacio para el movimiento, confiando, de nuevo, en que la Naturaleza es grande y sabia...

viernes, 3 de junio de 2011

El rumor se extiende...

Últimamente he recibido dos premios blogueros. No sabía que había premios blogueros y mucho menos me hubiera imaginado que le fueran a dar uno a mi blog, ya que me sirve como autoterapia, también para recordar o grabarme cosas que me parecen importantes, y también como “grabación” de los primeros esbozos de la biografía de Nur. Algún día me gustaría imprimírselo y encuadernárselo para que sepa lo muy deseada que fue y lo mucho que la amamos.
Tengo que agradecer a Cayetana, autora de "Portando otro angelito", el que me concediera este premio, a mí me encanta su blog y admiro profundamente su madurez y valentía al ser una madre tan joven, cuando la mayoría esperamos unos cuantos años más para abrazar este gran compromiso. A su edad yo apenas estaba empezando a armonizar un poco mi mundo, y ni de lejos me hubiera imaginado ser madre entonces…
Para recibir este premio, tengo que contar siete cosas sobre mí:

1- Mi nombre, Noraya, viene de Malaysia. Significa “Gran Luz”. “Nor” significa “Luz” y “Raya” significa “Gran”
2- Vengo de familia de científicos y médicos, por linaje materno, y de chamanes por mi linaje paterno. En los dos lados ha habido comerciantes.
3- Durante muchos años no quise ser madre
4- Tuve que trabajar mucho para aceptar mi parte femenina, y mi derecho a ser amada por una pareja y unos hijos y por las demás personas
5- A menudo siento la necesidad de bajar a mis profundidades y “rescatar” los “tesoros” que ahí se ocultan. Esto me suele llevar tiempo y mucho trabajo interior, pero este tipo de procesos de transmutación y cambio me mueven y me estimulan.
6- Necesito estar siempre aprendiendo y compartiendo, esto es, fundamentalmente, lo que le da sentido a mi vida y a mis relaciones, con la familia, amigos, con la naturaleza, con el mundo.
7- Creo que este universo es rico y abundante, y que podemos conectar con esta abundancia a través del Amor y el recuerdo consciente de la divinidad que habita en nosotros y en el universo

Para continuar la cadena, yo le quiero dar este premio al blog de mi amiga Ileana, "Parterita Chiapaneca", por la valentía y entrega de la que es capaz, por la mujer maravillosa que es, y por la partera tan grande en la que se está convirtiendo.

Agradezco mucho a Diana, quien escribe desde su "ventana", el haberme dado este otro premio, y mucho más por pensar que soy una mamá con ingenio, porque la verdad, no me considero una persona con ingenio.
Este premio se lo quiero dar a "Portando otro angelito", porque me encanta este blog, porque Cayetana me parece una mamá todo terreno y porque creo que de ingenio va sobrada! (y de premios, jijiji)

Gracias a las dos, porque me habéis recordado que cuando hacemos las cosas con amor y les ponemos mimo siempre podemos llegar a tocar a otras personas en lo profundo.

¡Besos y que la Madre Divina os bendiga, a vosotras y a vuestras familias de luz!

miércoles, 1 de junio de 2011

La revolución nuestra de cada día

Estoy viviendo una metamorfosis. Total. Espiritual. Física. Mental y emocional.

Últimamente, y en este tiempo en que mi vida se está tranformando de una forma tan grande, en un momento en que el motor principal de mi vida es la familia, me he preguntado varias veces qué hago yo por la humanidad, de qué manera estoy ayudando, qué estoy aportando a este mundo.
Varias personas muy amadas, me han hecho ver que el hecho de ser Madre es algo ya de por sí de gran valor para la humanidad. Criar a un hijo para que pueda dar lo mejor de sí mismo y para que pueda vivir en este mundo rodeado de amor, bendición y Gracia.

Hay un libro maravilloso de Laura Gutman que se llama "La Revolución de las madres". Gabriela fue quien me lo dió a conocer, y meses más tarde a vuelto a mi vida recordándome que yo también estoy haciendo mi revolución, nuestra revolución, la de las madres! Quiero copiar un trozo de la introducción del libro, porque me encanta el leguaje que usa la autora, y porque describe exactamente cómo son mis días ahora... y quiero compartir esto con las personas que quiero y que me quieren...:

"La revolución nuestra de cada día por Laura Gutman

La nuestra es una revolución silenciosa, amorosa y pacífica. Es una revolución doméstica, en el sentido más sublime del término. Es un cambio cotidiano, permanente, cariñoso, tierno y compartido.
Hacemos la revolución cada mañana cuando despertamos sudando envueltas en el cuerpo del niño pequeño. Cuando la divinidad femenina se hace presente a través del alimento que ofrecemos. Cuando organizamos los rituales familiares de comida, baño, limpieza, orden, palabras, explicaciones, verdades nombradas, diálogos abiertos, comprensiones compartidas y sueños soñados. Cuando somos anfitrionas de las celebraciones. Cuando cada día compartido y cada noche de descanso hacen parte de la nutrición afectiva. Cuando brindamos porque estamos vivos. Cuando el poder susurrante del agua nos adormece, y el poder hipnótico del fuego nos vitaliza.
Las madres hacemos la revolución cuando recuperamos nuestros rituales ancestrales, cuando defendemos los espacios íntimos, cuando hacemos silencio, cuando recordamos que somos la Tierra y que somos el Cosmos. Cambiamos el mundo cuando conservamos el valor sagrado que tienen los pequeños actos de intercambio humano.

La revolución de las madres acontece cuando nos dejamos fluir por la energía de las trece lunas de cada año. Cuando nutrimos, alimentamos, sanamos, atendemos, esperamos y estamos abiertas y receptivas para con los demás.
No importa que hayamos tenido vidas difíciles. Cada día es una nueva oportunidad para mirar a un niño, y saber que está deseoso de alimentarse con nuestra sustancia materna. Tampoco importa si se trata de un hijo propio o un hijo ajeno, porque ellos siempre permanecerán receptivos a los cuidados amorosos. Todos los niños saben que existe un ámbito generoso y caliente latiendo en el corazón de cada madre, potencialmente útil y nutritivo para ellos.

Los niños amados y amparados son pacientes, comprensivos y respetuosos. Ellos entienden el mundo tal como lo viven: dentro del amor y la dedicación, lo sienten como amoroso e infinito, aunque en el desamparo y el vacío afectivo, lo experimentan como un lugar hostil del que hay que protegerse.

Por eso, conocer este tema es el paso previo a sanarlo y prevenirlo y no hay que esperar a que los poderosos del G-8 solucionen el mundo, sino que tenemos la alquimia en nuestras manos: la revolución de las madres es la esperanza."

La foto es de la edición del libro en Argentina, la edición española es diferente, pero me gusta la portada de las madres guerreras... ;)