sábado, 7 de mayo de 2011

Blessing Way (bendiciendo el camino de la futura madre)

Todavía guardo un hermoso recuerdo de mi rito de paso a la maternidad, de la Bendición del camino (Blessing Way). La idea fue concebida desde las profundidades de mi ser... en aquel momento mágico mi alma anhelaba y necesitaba este ritual sabiendo que de alguna manera me iba a conectar con todas las madres que lo fueron antes que yo, con todas aquellas mujeres que ya se habían rendido a la experiencia de entregarse a otro ser en cuerpo y alma. Fue misterioso y hermoso.
Después de mí, la bendición de la maternidad le llegó a Gabriela. Su ceremonia fue íntima y poderosa, y según nos contó después, le transmitió mucha fuerza durante el parto (que fue largo, como el mío). También lo hizo el collar de parto que le fabriqué, al cual me gusta llamar "gri-gri", tal y como llaman en algunos países de Africa a las bolsitas de medicina que se cuelgan al cuello.

Cada vez con más fuerza siento la necesidad de reinvindicar y de compartir estos ritos de paso. El siguiente texto es una traducción (adaptada) sobre lo que es el Blessing Way (Bendición del Camino) o Rito de paso a la maternidad:

«Érase una vez una reina, que no tenía ni corona, ni cetro y no había tenido nunca ni siquiera un reino.
Pero esta
reina era especial: tenía unos ojos profundos llenos de amor, los labios entreabiertos listos para depositar caricias de sonidos y las manos dispuestas a donar cariño y dar consuelo.
Sus pechos eran promesas de leche y mimos. Su vientre era hermoso, grande, radiante como el sol en el ci
elo. En ella, en realidad, se estaba cumpliendo el grande proceso de amor que transformaría una “gota de Luna” en su amada criatura.
Para honrarla a ella y a su pequeño tesoro las mujeres cercanas a ella decidieron honorarla con una fiest
a: el hada del bosque usó el preciado hilo de araña para tejerla un vestido cálido y ligero; la pequeña ciempiés, con amoroso cuidado, le peinó su cabellera real… Entre masajes y caricias, té y dulces, este círculo de mujeres concentró la energía necesaria para hacer un regalo de amor a esta reina, el cual podía ser utilizado en el maravilloso momento de su parto».

El Blessingway (o Blessing Way), “Bendiciendo el Camino”, es una celebración o rito organizado para honrar a la futura madre.
El objetivo del Blessingway no son los regalos, sino que sirve para reunir en torno a la mujer embarazada a sus amigas más cercanas (y a las que podrían llegar a serlo), para así crear una red de apoyo emocional (y práctico), la cual resultará muy útil a la futura madre en el momento del nacimiento de su bebé y durante el puerperio.
De este modo, se da a otras madres presentes en el círculo, la oportunidad de compartir sus experiencias positivas edificantes. A menudo sirve también para que la futura madre pueda expresar sus temores o sus preocupaciones en un ambiente seguro y recibir el apoyo y amor que necesita.

El Blessingway era originariamente un rito de paso de los indios Navajo de América del Norte. Se trataba de una ceremonia auspiciosa, que podía ser organizada para proteger a una muchacha en su paso a la pubertad (menarquía), o un joven que iba a la guerra, o a una mujer embarazada antes de su parto.

El Blessingway es un día dedicado a la mujer que se nefrenta a la tarea de ser madre. Tanto si es la primera vez como si ya ha parido antes, y aunque habitualmente este rito se celebra cuando la mujer está emebrazada, poco antes de parir, creo que cualquier momento es bueno, incluso después de haber pasado las primeras semanas, con el bebé ya en brazos...
Generalmente está organizado por una amiga o amigas, o por una doula o círculo de mujeres. Puede durar de 2 a 8 horas. La ceremonia puede ser bastante formal o íntima, divertida, espiritual, festiva o relajante. A esta celebración son invitadas las mujeres más cercanas de la futura madre (de 2-3 a 15 personas): su madre, sus hijas, sus hermanas, sus tías, sus amigas, su doula, su comadrona, etc. Personalmente creo que el futuro papá y cualquier persona que la madre desee puede compartir y aportar algo este día, sea hombre o mujer...

Las posibles actividades son muy diversas:

* Creación de una atmósfera chill con velas, telas de colores, flores, pétalos de rosas, plumas, música relajante, objetos que simbolicen los cuatro elementos básicos:agua-fuego-tierra-aire, etc. (Una idea bonita puede ser que cada mujer traiga un objeto relacionado con el nacimiento para un altar de nacimiento, y una vez que lo ponga en el altar explique qué sentido tiene para ella)

*Podemos hacer un sahumerio con salvia (nunca usar copal en este tipo de ceremonias)

* Cuidados a la futura madre: peinarla, hacerle trenzas y poner algunas flores en su pelo, darle masajes con aceites aromáticos, bañarle los pies en agua perfumada con lavanda, o con sal y pétalos de rosa, plantas sagradas , etc.

* Realización de un collar del parto (¡me encanta!): cada una de las invitadas lleva una cuenta que tiene un significado especial para ella (formas de animales, piedras, cristales, semillas...). Estas cuentas se utilizarán para hacer un collar, una pulsera o una tobillera que la futura mamá podrá ponerse o tener cerca en el momento del parto. Este collar le recordará los buenos momentos pasados con sus amigas y sobre todo su apoyo. A mi me gusta crear una bolsita de tela a la que llamo "gri-gri", que lleva en su interior algunas plantitas, piedras, o cositas que simbolicen las energías que le quiero transmitir a mi amiga durante su parto, para que la ayuden durante todo el proceso.

* Lectura de poemas o pensamientos y canciones sobre la maternidad preparados por las participantes. El canto de las canciones para celebrar la mujer, el embarazo y el parto es una hermosa manera de honrar y compartir y una forma de bendición.Esto se hace alrededor del círculo, desde el corazón de cada una de las participantes a la homenajeada.

* Actividades espirituales: éstas dependerán de la religión, de la cultura de origen, de las aspiraciones de la futura mamá (oraciones, relatos, invocación de las diosas protectoras de la maternidad, etc.)

* Diseños y dibujos en el vientre de la futura madre (algunas personas los hacen con henna).

* A alguna mente creativa se le ocurrió el "Belly casting", es decir, molde de la barriga: este molde puede pintarse y colgarse en la pared, por ejemplo. Ayudará a la futura madre a recordar su embarazo de una forma muy especial.

* El hilo de la amistad: una forma de concluir la ceremonia puede ser esta; mediante la unión de cada una de las mujeres presentes a través de un hilo o lana que envuelva todas las muñecas, el cual luego se cortará para formar una pulsera para cada una, que se mantendrá hasta el día del nacimiento. Esto reforzará su presencia tanto física como espiritualmente en torno a la madre antes y después del parto. Podemos acompañar esta parte del ritual contando la historia de la diosa araña y su simbolismo como tejedora de vida, etc.

*Las flores son símbolo de abundancia Naturaleza y la belleza, justo como se encuentra una mujer cuando su embarazo está en plena floración. Todas las mujeres pueden llevar flores y crear un hermoso altar con ellas. Una corona de flores también es algo hermoso que se le puede regalar a la madre.

* Una merienda preparada por las invitadas (empanadas dulces o saladas, galletas, refrescos, tartas, etc.): La futura madre no se debe preocupar de nada en ese día.

* Ayuda Post-Parto: El día del Blessingway se le puede entregar a la futura madre una lista con los nombres y los teléfonos de todas las presentes, a las cuales llamar en caso de necesidad. Además cada invitada se puede comprometer, por ejemplo, a prepararle algo de comer en los días posteriores al nacimiento, o a ayudarla a lavar platos, a lavar la ropa, a hacer la compra, etc. Este apoyo será muy valioso para la nueva mamá (¡lo suscribo!)
* Cualquier otra actividad nacida de la creatividad y el amor de las participantes que pueda fortalecer los vínculos y crear bonitos recuerdos en la futura madre y en quienes la acompañan.

La variedad de las actividades dependerá de la imaginación de la doula o de la amiga o amigas que se ocupen de la organización de la ceremonia, sin olvidar, claro está, la personalidad y los gustos de la nueva mamá. "

*Cada nuevo embarazo puede ir acompañado de un nuevo y diferente Blessing Way, pues una mujer afronta la llegada de cada nuevo hijo con más sabiduría, y llevar a cabo esta ceremonia es también una manera de bendecir cada nuevo nacimiento de una manera única e irrepetible...

Me entusiasma la idea de poder participar en estos ritos de pasaje y de compartir con otras mujeres estas ancestrales ceremonias llenas de intimidad, belleza y conexión. El recuperar el sentido de lo sagrado, de lo eterno y de lo femenino, reconociendo el compromiso y la energía que implica ser madre, puede ser una maravillosa puerta de entrada para el verdadero rito de pasaje: el parto... una de las experiencias más intensas e inolvidables que una pueda vivir...


domingo, 1 de mayo de 2011

Dia de la Madre (mi segundo año)

Nur acaba de cumplir un año en la tierra de sus ancestros, Malaysia.
...Y la verdad es que estos 12 meses llenos de vida he celebrado cada día el día de la Madre. Porque ser madre es serlo durante las 24 horas del día, porque me llena de alegría y de gozo, de dudas, de impotencia, de sabiduría...

Me gustaría honrarlas a todas, enviarles un soplo de solidaridad, de dulzura, de cariño... me gustaría acariciarles el pelo, decirles que siempre son y serán unas madres perfectas, tal y como son. Que sus hijos las eligieron a ellas por su manera única e irrepetible de ser y de estar en el mundo.

Que esas almas sabias y antiguas ahora encarnadas en los cuerpecitos santos de bebés y de niños las eligieron a ellas para recorrer juntos un camino inefable de autodescubrimiento y de liberación.
Que esas almas sabias y antiguas que las eligieron a ellas y que han crecido y ya han conocido la aventura de ser madres, ahora saben que también ellas son amadas profunda e incondicinalmente por quien supo quedarse en segundo lugar siempre, por quien las acompañó en sus primeros llantos y refunfuños, por quien las arrulló cuando tuvieron frío, por quien las cuidó cuando su cuerpo se hacía fuerte con las "enfermedades", por quien recogió sus juguetes todos los días durante muchos años con una sonrisa dibujada en su rostro mientras recordaba y recapitulaba el día con sus pequeños...

Me gustaría abrazarlas a todas a una, porque todas somos Una, la Madre Divina que alarga sus brazos, sus manos y su canto para acompañar a los seres que deciden, una vez más, aventurarse a vivir y a transitar esta escuela maravillosa y misteriosa que es la Vida en la Tierra.

Ella, la Madre del Mundo, es quien nos inspira y nos alimenta, quien nos transmite la fuerza y la energía, de quien somos sus ojos y su corazón...

Ella, la Madre del Mundo, quien nos observa compasiva y piadosa, y nos ama sin reservas, quien calladamente nos da a las madres su soplo divino cada día para que podamos recorrer el hermoso camino que el corazón nos propone...